La casa de Bernarda Alba constituye la cima del teatro lorquiano. Es el remate de una trayectoria que fue depurando la acción de los elementos líricos que caracterizaban a las primeras piezas. El esquema de la tragedia rural, potenciado y quintaesenciado, es el cauce que acoge tanto el realismo fotográfico de algunos motivos y momentos como el hondo simbolismo de otros. Estamos ante una intensa metáfora dramática de la represión íntima y social y de la rebelión del héroe que se inmola en defensa de su libertad, como radical protesta contra un mundo cerrado sin esperanza.