Elena Medina, una evaluadora de patrimonios artísticos, es solicitada para realizar un peritaje de varias obras de arte. El propietario es Luis Rodríguez de Alcázar, un coleccionista. Ella acepta y se traslada a su palacio en las afueras de Madrid para estudiar los cuadros, ignorando que Luis es, en realidad, un vampiro de casi mil años. Con el roce llega el cariño y ambos se sienten irrefrenablemente enamorados. Dentro de la sociedad vampírica internacional, Luís comanda un clan que quiere hallar un remedio bioquímico para dejar de ser vampiros, y está enfrentado al bando que quiere evitarlo a toda costa, uno dirigido por Fernando Mayoral. La guerra entre ambos clanes estalla y Elena, pillada en medio, descubre la verdadera naturaleza de Luis...