Un detective muerto de hambre se cuela en el velatorio de un mafioso y roba un antiguo pergamino escondido en un ataúd. A partir de ahí tenemos de todo: un ex-boxeador guineano que sabe más de lo que cuenta, la búsqueda de la mítica Tabla Esmeralda, prostíbulos, grupos nazis, delincuentes compasivos, policías con muy mala leche, chicas guapas, tiros, persecuciones, ginebra de garrafa y Alka-Seltzer, mucho Alka-Seltzer... Un disparate.