En El reino de la belleza, Eduardo Subirats habla sobre aquello que define al A moderno y de su genealogía desde el factor humano y espiritual. Según el autor, es la misma naturaleza humana la que exige un acercamiento a lo espiritual, ya que es en lo espiritual donde se encuentra lo bello de lo humano. Y las exigencias espirituales, humanas, dependen de la civilización en la que el hombre vive.