En las Cartas a Theo también se percibe la evolución pictórica del artista, enmarcada en la progresión dramática que va tomando la correspondencia. Se muestra que todo cuanto él pintaba, hacía o decía era producto de una misma sensibilidad. La escritura de Van Gogh, a menudo dura y poblada de errores de construcción y puntuación, no es, en apariencia, ?literaria?, pero es absolutamente auténtica y de una extraordinaria fuerza.