Considerado como uno de los más importantes museos del
mundo, El Prado atesora esculturas, dibujos, monedas y otras
obras de arte, pero es a su incomparable colección de pintura a la
que debe su fama universal. Formando parte de un fondo de más
8.600 pinturas se encuentran obras de los grandes maestros de las
escuelas italiana, flamenca, española, francesa, holandesa y
alemana. Albrecht Dürer, Anton van Dyck, Correggio, El Greco,
Goya, Hieronymus van Aeken Bosch (El Bosco), José Ribera, Lucas
Cranach, Nicolas Poussin, Pieter Brueghel, Rafael, Rembrandt,
Rogier van der Veyden, Rubens, Sandro Botticelli, Tiepolo,
Tintoretto, Tiziano, Velázquez, así como otros muchos creadores
de la pintura de los siglos XII al XX, están representados en la
magnífica colección del Prado. La historia del museo empieza
durante el reinado de Carlos III, pero realmente no llega a
concretarse en institución hasta el acceso a la corona de Fernando
VII, bajo cuyo reinado se funda en 1819 el Museo Real de Pintura y
Escultura. Con la desaparición de la monarquía española, el museo
se nacionalizó y pasó a llamarse Museo del Prado. Sólo una décima
parte de las obras de la inmensa colección del Prado se exponen
normalmente entre los dos edificios del museo: Palacio Villanueva
y Casón del Buen Retiro, aunque esta situación cambiará en un
próximo futuro. El arquitecto Rafael Moneo (Premio Pritzker 1996)
ha realizado un proyecto de ampliación del museo para unir, a
través de pasos subterráneos, el actual edificio neoclásico con dos
edificios históricos colindantes, el claustro de la iglesia de los
Jerónimos y un palacio del siglo XVII. La finalización del proyecto
está programada para octubre de 2003.