Shiff analiza la obra de Cézanne en el marco de lo que denomina «fin del impresionismo», un momento en la historia del arte europeo en el que coinciden impresionismo, naturalismo y simbolismo, además de artistas que, como el propio Cézanne, son inclasificables. Un momento, además, en el que los problemas de la percepción y de la representación son sometidos a estudios y planteamientos originales. El autor se ocupa con atención y rigor de la recepción y las diferentes interpretaciones de la obra de Cézanne, de su técnica pictórica y de la que llama «materialidad de Cézanne», un aspecto que abre un modo nuevo de ver la obra del artista.