Esta obra es una breve historia del retrato en Occidente, desde los orígenes hasta nuestros días. El texto se centra en el retrato pintado, y escoge imágenes en las que destaca el rostro a cara limpia del modelo, libre de artificios y alegorías, que mira fijamente al espectador.
El ojo y la sombra. Una mirada al retrato en Occidente parte de la afirmación de Sócrates según la cual la función del retrato pintado (a diferencia del esculpido) consiste en mostrar, no el exterior -es decir, la apariencia de la figura de manera realista-, sino el alma, que se asoma en los ojos.
El libro incluye una selección de imágenes de una cuarentena de grandes retratos occidentales, desde Roma hasta finales del siglo XX, que incluye obras de Leonardo, Tiziano, Tomas Moro, Velázquez, Rembrandt, Géricault, Picasso y Bacon, y un comentario más extenso de algunos de estos retratos.