El nacimiento de Jesús ha sido representado mediante pesebres desde el año 1223. Esta tradición se extendió progresivamente por diferentes países de Europa, especialmente durante la segunda mitad del siglo XVII. La consolidación definitiva no se produjo hasta el siglo XVIII, gracias a los pesebres realizados por el núcleo artístico del reino de Nápoles. Esta publicación consiste en un profundo estudio de la historia de los pesebres, y pone un especial énfasis en el análisis y la descripción del pesebrismo napolitano.