La historia del arte es una de las obras sobre arte más famosas jamás publicadas. Durante cuarenta y seis años, ninguna otra ha rivalizado con ella en tanto que introducción al tema en su totalidad, desde las primeras pinturas de "las cuevas" hasta el arte experimental contemporáneo. Lectores de todas las edades y procedencias supieron hallar en el profesor Gombrich a un auténtico maestro, en quien se combinan el conocimiento y la sabiduría con un don único para comunicar de manera directa su profundo fervor por las obras de arte objeto de su estudio.
La historia del arte debe su amplia difusión a lo directo y espontáneo de su estilo, así como a la clara exposición del autor, quien afirma que su propósito es "ordenar inteligiblemente el caudal de nombres, períodos y estilos que colman las páginas de obras más ambiciosas". Esto, unido a su perspicacia en cuanto a la psicología de las artes visivas, nos permite contemplar la historia del arte como "un continuo fluir e intercambio de tradiciones, en los que cada obra refiere al pasado y apunta hacia el futuro en una vívida cadena que vincula, incluso, a nuestra época con la de las pirámides".