En este texto, Anthony Blunt se interesa no por el estudio exclusivo de las fuentes de una época del arte italiano, concretamente el Renacimiento y el Manierismo, sino por su interpretación y penetración de forma amena y asequible. La visión que da el autor de la teoría de las Artes es una idea omnicomprensiva, que no abandona la perspectiva del artista como creador de obras plásticas y, en algunos casos, literarias como en el caso de Alberti, Leonardo o Miguel Ángel.
En última instancia, el problema que subyace en todo el libro es un problema social: la consideración del arte como liberal, y la preocupación por la posición social del artista.