Vinculado, como otros grandes historiadores del arte europeo, al fecundo Instituto de Londres Rudolf Wittkower (1901-1971) se distinguió por sus ejemplares estudios sobre la arquitectura y la escultura del Renacimiento y el Barroco: Architectural Principles in the Age of Humanism (1949), Gian Lorenzo Bernini (1955), Art and Architecture in Italy 1600 to 1750 (1958). La escultura, edición póstuma de una serie de conferencias pronunciadas en la Universidad de Cambridge en 1970-1971, no es una historia de la escultura occidental ni un manual de técnicas, sino una indagación en un campo menos explorado: la interacción de procedimientos de trabajo y principios formales, interacción que en el caso de la plástica determina, de manera más esencial y tangible que en otras artes, el carácter final de la obra y la formación de los estilos individuales y colectivos. Mediante el análisis atento de obras y testimonios directos, Wittkower ofrece una comprensión más profunda de la escultura de cualquier época, desde la Antigüedad hasta nuestros días, y una visión insospechada de esa permanencia de problemas y soluciones que hermanan la labor de los canteros medievales con los esfuerzos de un Brancusi o un Henry Moore.