El ordenador facilita la experimentación y la utilización de tipografías creadas con criterios visuales cada vez más personales. Pero el diseño de una buena tipografía siempre se basa en ciertos principios fundamentales. Sin estos principios, la tipografía no puede comunicar, al igual que el lenguaje no podría comunicar sin la gramática, el vocabulario y la sintaxis.
Mediante el uso de estos principios fundamentales básicos, la tipografía puede alcanzar resultados muy sofisticados. Toda buena tipografía se basa pues en esos principios.
Este libro se estructura en cuatro partes: la primera parte analiza los distintos elementos tipográficos, desde las cualidades microestéticas de las letras, los números y los signos de puntuación hasta las líneas y los elementos geométricos y su diseño del espacio, la estructura, la secuencia, el contraste, la forma y la contraforma, e ilustra sus funciones con ejemplos extraídos de la enseñanza y la práctica; la tercera parte demuestra cómo los elementos tipográficos contribuyen al diseño en el nivel microestético, y la cuarta parte, a partir del análisis de una serie de carteles de arquitectura, analiza la interrelación entre el objetivo, la macroestructura y la microestética.