Los aeropuertos ya no son sólo aeropuertos. Han dejado atrás su condición de simples máquinas reguladoras del tráfico aéreo y ahora pueden considerarse factores decisivos en la transformación del área metropolitana. Impulsados por una serie de inversiones estratégicas, han asumido posiciones clave en las redes de ferrocarril y de trenes de alta velocidad que hasta hace poco sólo ocupaban las estaciones centrales. Los aeropuertos, como indiscutibles puntos de encuentro de las regiones europeas, se están transformando en centros de actividad en sí mismas, es decir, en nuevos polos de desarrollo regional o, sencillamente, en "ciudades-aeropuerto". Sin embargo, la confianza con que muchas entidades que gestionan los aeropuertos están ampliando sus ámbitos de actuación en vistas a estas nuevas oportunidades, todavía no se refleja en la planificación aeroportuaria. La mayoría de los planes urbanísticos de las ciudades-aeropuerto continúan siendo diseñados de acuerdo con la lógica de una infraestructura aeroportuaria eficiente.
Este libro compara y descifra las señales de estos procesos, basándose en la experiencia de las grandes regiones aeroportuarias europeas. Proporciona una visión de la influencia que ejercen los aeropuertos en la reordenación de las redes de tráfico terrestres y en la reorganización del territorio del área metropolitana. Asimismo, desarrolla un nuevo marco para la planificación aeroportuaria que permite participar en la configuración de este motor tan dinámico del desarrollo urbano.
El libro comienza con una introducción de Jack Short, Secretario General de la Conferencia Europea de Ministros de Transporte, responsable de que las cuestiones relacionadas con el transporte urbano y la ordenación territorial ocupen un lugar destacado en los debates acerca del tema.