El rasgo más característico de la arquitectura en el mundo actual son sus diferencias: son ellas las que establecen la diversidad, la tensión, el contraste y las dinámicas del presente. Por medio de las relaciones entre la arquitectura y las corrientes del pensamiento y del arte, el autor propone una descripción de la situación contemporánea. Puesto que ya no es posible ni utilizar un único adjetivo ni privilegiar una sola corriente, es preciso trazar una verdadera topografía para hacer inteligible el territorio de la arquitectura de nuestro tiempo.