En este libro, intencionadamente polémico, Neil Leach se acerca a la teoría cultural de la mano de pensadores como Walter Benjamin o Jean Baudrillard para desarrollar una crítica acerca de las consecuencias que está teniendo la creciente preocupación por parte de la arquitectura por la imagen y la producción de imágenes.
Esta excesiva preocupación por la cultura de la imagen implica cierta anestesia provocada por su sobresaturación, factor que impide profundizar asuntos más serios. En el mundo embriagante de las imágenes, la estética de la arquitectura amenaza en convertirse en an-estética de la misma. En una cultura de consumo estético, la "cultura del cocktail" y del discurso vacío de contenido conduce a fórmulas estratégicas de seducción con lo que el proyecto de arquitectura se reduce a un juego superficial de formas seductoras y vacías.