En los últimos años, términos como pureza geométrica, precisión técnica, depuración ornamental y abstracción han sido y son frecuentemente resumidos en una sola palabra: minimalismo. Este libro establece la posible genealogía de un concepto -entre el arte y la arquitectura- cuya fortuna en el lenguaje cotidiano trasciende cualquier disciplina. Después de reseñar el trabajo de los escultores minimalistas surgidos en los años sesenta (Donald Judd, Carl Andre, Sol LeWitt o Robert Morris), en estas páginas se repasa la austeridad racionalista de arquitectos como Adolf Loos y, sobre todo, Mies van der Rohe. Partiendo de esta base, minimalismos se dedica fundamentalmente a presentar los ejemplos arquitectónicos recientes (de Herzog & de Meuron, Peter Zumthor o John Pawson) que, conjugando las formas más depuradas del movimiento moderno con la técnica y los materiales más avanzados, han contribuido a la difusión de una estética y de una palabra convertidas en un signo de los tiempos.