?Los diálogos son la palabra viva, presente, en movimiento, como el agua en un río, son la palabra en su estado más
intratable. Quizá por eso, se separan los diálogos del resto del trabajo, porque es una actividad que requiere unas habilidades
distintas y en parte incontrolables?. Eso nos dice el autor de este libro, el primero publicado en nuestro país, específicamente
dedicado a los diálogos de la ficción audiovisual. Desde las antiguas epopeyas y el teatro griego hasta la filosofía y la novela,
la forma dialogada ha corrido una aventura donde la palabra que le daba vida era la reina absoluta. Con la llegada de los medios
audiovisuales, a la palabra no le ha quedado más remedio que someterse al imperio de la imagen. Pero este sometimiento, mejor dicho,
esta dependencia, no hay que considerarla como un menoscabo sino como un reto donde el objetivo a conseguir es la cópula perfecta
entre lo que se ve y lo que se dice.