A pesar de los años transcurridos desde su estreno, Muerte en Venecia (1971) no ha envejecido. La ascensión hacia la belleza en medio de un contexto socialmente hostil es el marco en el que se mueve el compositor alemán Gustav von Aschenbach de la mano del director del filme, el milanés Luchino Visconti.
Inspirada en el relato homónimo de Thomas Mann, la película es un ejemplo clave de adaptación literaria al cine, además de una excelente síntesis de los universos manniano y viscontiano, guiada por la música de Gustav Mahler.