El crepúsculo de los dioses es una de las grandes obras de Billy Wilder, realizada en 1950. Filme lúcido, mordaz e irónico, ofrece una reflexión sobre un cine desaparecido a través de una historia melodramática con características propias del cine gótico. Abierta, grandilocuente y siempre nueva, es también brillante por su carácter innovador, como atestigua su original concepto del punto de vista narrativo.