En 1970, Elia Kazan aceptó ser entrevistado para un libro que preparaba un joven director de cine, Jeff Young. Su única condición fue que el manuscrito no viera la luz hasta que se publicara su autobiografía. Casi dos años más tarde, después de más de cien sesiones, Young empezó a adivinar que aquel extraordinario material no sólo revelaba la metodología cinematográfica de Kazan, sino que además decía muchas cosas sobre los actores, productores y guionistas con los que había colaborado, de James Dean a Marlon Brando, pasando por Tennessee Williams, Vivien Leigh, John Steinbeck y muchos otros. Fue por entonces, coincidiendo con la publicación del volumen de Kazan, cuando empezó la ardua labor de convertir aquellas conversaciones en un libro.
Finalmente publicado en 1999, precisamente cuando se otorgó a Kazan un Oscar honorífico por el conjunto de su carrera, el texto resultante es sobre todo un fascinante recorrido por la filmografía del director en cuestión, pero también una indagación sobre sus métodos y procedimientos, así como un documento inapreciable sobre la historia del cine norteamericano y su contexto político, sobre todo en lo que se refiere a la época de la caza de brujas.