Los medios no transmiten lo que ocurre en la realidad social, sino que imponen lo que construyen del espacio público. La información es esencialmente una cuestión de lenguaje, y el lenguaje no es transparente (...). Incluso la imagen, que creíamos era la más apta para reflejar el mundo tal como es, tiene su propia opacidad que descubrimos de forma evidente cunado produce efectos perversos (imágenes humanitarias) o se pone al servicio de una falsedad (...). A causa de su ideología, que consiste en "mostrar a toda costa" en "hacer visible lo invisible" y en "seleccionar lo más sorprendente" (los trenes que no llegan a la hora), construye una visión parcializada de ese espacio público, una visión adecuada a sus objetivos pero muy alejada de un reflejo fiel.
¿Qué garantía podemos tener de que lo que ponemos a la entrada de la máquina de informar producirá, a la salida, el efecto previsto? Y ese mismo efecto ¿en qué está fundamentado? Dicho de otro modo, ¿qué es lo que le garantiza a la instancia mediática que el tratamiento de la información que propone se corresponde bien con lo que el público espera? Y por otra parte, y en términos más generales, ¿qué es lo que garantiza que en todo acto comunicativo haya correspondencia entre los efectos que la instancia de recepción y los efectos realmente producidos?