Las cosas más sencillas y cercanas suelen ser las más difíciles de explicar. Eso ocurre con la comunicación: todos sabemos lo que es, todos nos comunicamos, pero incluso a los académicos e investigadores que se dedican a su estudio les resulta complejo definirla. El unánime reconocimiento de esa dificultad ha abierto un vasto campo de trabajo para la teoría de la comunicación. Todavía son pocos los estudios que van más allá del mero diagnóstico, o de la superación del problema negando la misma existencia de la comunicación como campo de estudio o diluyéndola en multitud de versiones con frecuencia incompatibles entre sí.
Sólo partiendo de lo común a todos los intentos de conceptualizar la comunicación se puede superar la perplejidad que produce la ambigüedad de ese término. Ese es el motivo por el que en este libro se propone pensar la comunicación a partir de su finalidad más evidente: la superación del aislamiento individual. Sólo desde la naturaleza social e individual del ser humano se puede dar razón de la comunicación como realidad que nos permite acercarnos al otro por medio de una acción sobre el mundo en el que vivimos. Esta propuesta de análisis ofrece un común fundamento teórico de partida para cualquier fenómeno comunicativo, independientemente del número de personas que estén implicadas en él, de los instrumentos con los que se alcance esa implicación, etc.