Si durante la primera mitad del siglo XVI la industria tipográfica sevillana logra, en calidad y producción, alcanzar la primera posición en la península, todo parece indicar que desde mediados de dicha centuria entrará en una coyuntura menos favorable, caracterizada por una proyección de sus negocios limitada a la demanda local y, en alguna medida, de las Indias, su área colonial de influencia inmediata. No podemos negar, efectivamente que, como la del resto del territorio nacional y cualquier otro sector de las manufacturas, en los sucesivo, y especialmente desde finales de los ochenta, hubo de enfrentar una pualatina decadencia que culminará a lo largo del XVII, consecuencia de una serie de factores analizados en el texto que presentamos. Sin embargo, con harta frecuencia nos dejamos seducir por conclusiones en exceso generales y exiguamente contrastadas con las fuentes historiográficas al uso; de ahí que esta cuestión requiera un tratamiento minucioso a partir de la documentación disponible.