La mayoría de los estudiantes de japonés se empeñan en
desesperarse, pensando que los kanji solamente se pueden aprender ante una
mesa, hincando los codos en ella y escribiendo una y otra vez el mismo carácter,
a base de un colosal esfuerzo memorístico. Este libro demuestra que, si se
cuenta con una buena estructura y un buen método «imaginativo», el muro que
representan los kanji puede derribarse sin tanto esfuerzo... y en este caso,
incluso de un modo divertido.
Esta obra es un curso cuyo objetivo no estriba solamente en recordar un cierto
número de kanji, sino también en enseñar cómo recordar los caracteres. En la
primera parte, se proporcionan cuentos asociativos completos de cada carácter.
En el segunda, sólo se dan los argumentos de estos cuentos para que cada
estudiante añada sus propios detalles basándose en la memoria y la imaginación.
La tercera, que abarca la mayor parte del curso, sólo proporciona las palabras
clave y los significados de los componentes, dejando al estudiante el resto del
proceso.
James W. Heisig, doctor en
Filosofía de la Religión por la Universidad de Cambridge, ha sido profesor en
las universidades de Iowa, Chicago, México, Norfolk y Pompeu Fabra (Barcelona).
En la actualidad es profesor en la Facultad de Artes y Letras de Nazan (Japón)
y director del Nazan Institute for Religion and Culture. Autor de una vasta obra
filosófica, Herder se complace ahora en editar este ingenioso libro realizado
en la
clásica línea del «enseñar deleitando».
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