Éste no es «un libro más» sobre el Don Juan. Es un estudio sobre cómo lo vieron y juzgaron -cada uno en su tiempo- sus diferentes «padres», desde el galaico «Galán» hasta la versión que del personaje da otro gallego llamado Torrente Ballester. Fernando Díaz-Plaja, con estilo ameno y riguroso, ha querido seguir la pista, a través de los siglos, de un personaje español que, con la Celestina y Don Quijote, constituye un símbolo de nuestra personalidad eterna.