La traducción pertenece, sin duda, al arte de comprender llamado hermenéutica. Pero lo hace de un modo ejemplarmente problemático: imposible, pero inevitable; insolente, pero oportuna; irritante, pero necesaria. Traducir no es quizá todavía leer, sino, más bien, quedarse entre las líneas, en lugar de ir más allá de ellas. Una impertinencia esencial descoloca la traducción en el seno de la hermenéutica, sobre todo de la de H.-G. Gadamer, e incita a recorrer esta revelando sus aspectos már pertinentes: la historia y el tiempo, la escritura y la lectura, el lenguaje y el diálogo, la verdad. Este estudio propone realizar ese recorrido convocando en su conversación con Gadamer a clásicos del pensamiento sobre la traducción como Walter Benjamin y George Steiner, entre otros. No tanto para saber cómo traducir, cuanto para decir de la traducción como saber y como ethos: entre las líneas, entre las lenguas, entre lo otro.