El de la cultura popular no ha sido un terreno frecuentado por los historiadores españoles y sólo recientemente se despierta un interés más definido por las prácticas sociales, las producciones y costumbres, o la vida cotidiana y los sistemas de valores que le son implícitos, pasando a primer plano unos sectores populares que se intenta estudiar en sí mismo, y no en tanto que integrados en modelos predeterminados de cambio social o político.