Esta es una novela que implica al lector desde la primera frase. La acción comienza con el asesinato de un miembro de la comunidad homosexual que iba a salir del armario. El caso llega a manos de Gianna Maglione, teniente de la policía de Washington y jefa de la Unidad de Crímenes del Odio, departamento encargado de los asesinatos motivados por raza, sexo o religión. Para la teniente Maglione, una mujer con raíces italianas, independiente, fuerte y con gran instinto policial, el caso le llevará hasta un desenlace laberíntico y sorprendente. Paralelamente, la periodista Mimi Patterson, reputada investigadora, tozuda y defensora de las minorías, será la encargada de narrar quién y porqué ha cometido estos asesinatos. Pero la vida de ambas se cruza en el camino de la investigación y entonces surgirá una interesante disyuntiva entre la vida privada y pública de las dos mujeres. La historia se desarrolla cronológicamente y con una fecha muy clara, ya que la persona que comete los asesinatos lo hace el mismo día del mes. Esto hará que las dos protagonistas aceleren sus instintos en busca del/la culpable antes de que vuelva a matar. La novela trata el tema de la homosexualidad, no sólo femenina, desde diferentes puntos. Estarán presentes las relaciones con la iglesia, la diversidad étnica, el matrimonio y los cambios que se han producido en la sociedad con respecto a los gays y lesbianas. También plantea la libre elección de salir o no del armario. Esta es la más importante reflexión y el mensaje que la autora quiere transmitir. La relación entre la jefa de policía y la periodista son un contrapunto al relato de los crímenes. Ambas, por su obsesión con sus trabajos, sufrirán con una relación que les hará plantearse cuáles son sus prioridades. Una novela llena de intriga y pasión.