Contemplar el desarrollo de la vida de las grandes
ciudades como un continuo, como un cuerpo
entero, es observar la evolución de un ser vivo
que nos habla también de los logros y avances
del hombre.
Las ciudades constituyen el principal espacio
social donde transcurre la vida cotidiana de una
parte importante de la humanidad. Desde la
antigüedad, las sociedades se han agrupado
constituyendo núcleos urbanos de encuentro e
intercambio tanto para facilitar su existencia y
prosperidad como para asegurarse la protección
colectiva. La evolución de las metrópolis ?de las
poderosas ciudades-estado de Mesopotamia o
Grecia, pasando por Bizancio o la Venecia del
siglo XVII, hasta llegar a Detroit, Londres o Shangai?
permite contemplar cómo este espacio vital
ha ido evolucionando desde un punto de vista
arquitectónico y sociológico.
Este libro analiza la identidad de las principales
capitales del presente y del pasado, metrópolis
que, pese a sus altibajos históricos, han aportado
su energía creativa al impulso civilizador. El resultado
es un fresco ameno e inteligente, un recorrido
por las diferentes urbes que conforman nuestra
condición ciudadana.