Gracias a los descubrimientos de los manuscritos del Mar Muerto y sus alusiones al misterioso Maestro de Justicia, a los tesoros del cristianismo gnóstico y reconstruyendo la vida de los terapeutas y los esenios, se redescrube el ámbito en el que creció, enseñó y murió quien fuera para muchos, el más grande profeta de Israel