Uno de los rasgos sobresalientes de la historia de España es la variedad de reinos y territorios que la formaron. En casi todos ellos se establecieron, desde el siglo XII, Asambleas representativas. A partir de 1812, las cortes de Cádiz iniciaron un ciclo distinto: el de los Parlamentos basados en Constituciones y que nada tienen que ver con las Cortes del Antiguo Régimen. Ese ciclo culmina con las Cortes de la II República y las actuales Cortes Generales. Un nuevo periodo se ha abierto ya con el Parlamento europeo: a esta Asamblea especialmente pertenece el futuro.