Lejos de las ciudades hay ochenta mil pueblos en España con menos de cien habitantes. Sus pobladores envejecen y las persianas de muchas casas solo se levantan en verano. A veces, como gotas de futuro, algunos jóvenes se asientan en esos lugares y les cambian el rostro y el alma. Suso Mourelo trazó un círculo en el mapa y vivió nueve meses en cuatro de esos pueblos (Aragüés del Puerto en el Pirineo oscense, El Centenillo en Sierra Morena, Higuera de Albalat en Cáceres y Audanzas del Valle en el Páramo Leonés). Cuatro paisajes bien distintos, cuatro existencias pretéritas que antes rebosaban de vida y hoy sobreviven en esa geografía desangrada que es la España silente. Por ellos, por sus caminos, bosques y montañas, anduvo en calma el autor para ver, palpar y oír la voz intensa del silencio. Este libro es una mirada personal y literaria a un mundo quizás en extinción. Fiel al estilo poético y evocador que lo ha hecho reconocible, Suso Mourelo nos propone un encuentro con quienes viven en pueblos casi vacíos y nos invita a la celebración de esa naturaleza, exigente y callada, que los cobija.