La historia judicial del procés ha sido el relato de la incomprensión, un fracaso colectivo. Nadie ha querido entender al otro. Los acusados hablan de sentimientos y derechos, la Justicia habla de cumplir la ley. Dos años de infarto han acabado con una sentencia que marca un hito en la historia judicial que todavía no ha firmado su final.
La maquinaria judicial empezó a calentar motores el 7 de septiembre de 2017, cuando el Parlament aprobó las llamadas leyes de desconexión, y dio el pistoletazo de salida el 30 de octubre. A partir de ese momento, ya no había marcha atrás. Todos lo sabían, excepto los afectados que siempre creyeron que tendrían suficiente capacidad de presión para frenar los pies a jueces y fiscales. Se equivocaron. Confundieron al Gobierno con el Estado. La Justicia es una máquina lenta y pesada, como un trasatlántico, pero una vez puesto en marcha ya no hay nada que lo frene. Y eso fue exactamente lo que ocurrió.
Este libro no es solamente la crónica de un juicio, es mucho más. Desvela los entresijos que han rodeado a todo el proceso judicial, las relaciones entre los acusados, las conspiraciones judiciales, las negociaciones entre bambalinas o las relaciones con la prensa y con la política.