El libro que el lector tiene en sus manos es uno de los estudios clásicos de la antropóloga norteamericana Margaret Mead sobre la adolescencia y el sexo en sociedades primitivas.
El texto es el resultado de un trabajo de campo emprendido por la autora en la zona norte de Nueva Guinea, en la sociedad manus, donde fue posible observar una comunidad relativamente poco influida por el mundo económico y cultural del siglo XX. En esta sociedad peculiar, entre otras singularidades, es el padre quien cuida y educa al niño, y existen técnicas pedagógicas que logran, por ejemplo, hacer de los niños remeros precoces y nadadores ya a los tres años.
El brillante y perceptivo análisis de la vida familiar de esta comunidad, de sus actividades en relación al sexo, matrimonio, crianza de los niños y mundo sobrenatural, de por sí fascinante, se halla enriquecido por un relato de gran belleza literaria y establece asombrosos paralelismo con la vida de las comunidades modernas.
Este estudio antropológico encierra todo un tratado sobre los problemas de la ciencia de la educación y de la sociedad. Es de lectura imprescindible para antropólogos, educadores y personas interesadas en comprender la influencia de los factores ambientales en la formación de la personalidad.