Un curioso cineasta necesita rehabilitar su brazo
después de un grave accidente de auto. Casi de manera
azarosa, descubre no solo un medio donde sanarse
sino un mundo hasta ese momento desconocido por la
humanidad: el océano y sus profundidades.
Jacques Cousteau fue la primera persona en filmar
bajo el mar, el creador del aqua-lung que permite
respirar en el agua y uno de los primeros en alertar
acerca del daño que el ser humano provoca al planeta.