Si es obvio el destacado protagonismo del Próximo Oriente en el nacimiento de la civilización, no menos importante resulta el papel desempeñado por su arte. Cuando los pueblos de Mesopotamia creaban auténticas obras maestras, estaban descubriendo asimismo categorías artísticas que hoy damos por supuestas, pero que entonces no tenían precedentes. En este libro, y mediante el apoyo de numerosas imágenes, se trazan las coordenadas del arte mesopotámico, así como las líneas maestras de su desarrollo y su difusión.