Aunque pueda parecer lo contrario, El mundo es un gato jugando con Australia es un truco de escapismo; de escapismo de uno mismo.
Siempre he creido que hay personas que son «hogar», personas que te hacen sentir como en casa, protegido y con ganas de echar raices o la llave por dentro. En este libro cuento lo que pocos te dicen: que ocurre despues de las perdices y de los finales felices cuando de verdad finalizan y se echa el telon.
Bienvenidos a mi cuaderno de bitacora, a mi galeria de muchitantos fracasos y dos triunfos, a mi trayecto por corazones intransitables, puertos de pestana y de palabras con demasiado acantilado mal senalizado.
Bienvenido/a a mi mundo.