Mientras pasea por Boston, Jack Reacher ve el rostro de un hombre al que conoció cuando estaba en el ejército y que debería llevar muerto diez años. Desde ese momento, Reacher solo tiene un propósito: acabar con él. No va a ser nada fácil. Su presa está relacionada con una red ilegal que está siendo investigada por la DEA. Reacher se verá obligado a actuar como agente infiltrado para lograr su objetivo.
Sabe que es una misión suicida, pero él no es de los que deja los trabajos a medias.