• 492 MUERTOS

    CONFESIONES DE UN ASESINO A SUELDO

    CAVALCANTI, KLESTER PENINSULA Ref. 9788499427249 Altres productes de la mateixa col·lecció Altres productes del mateix autor
    Esta es la historia real de un niño brasileño, de procedencia muy humilde, que acaba convertido en el mayor sicario del mundo. A través de los ojos de Klester Cavalcanti descubrimos a Júlio Santana, un hijo leal, un hombre de familia, un devoto cristiano al que su conciencia atormenta cada vez que l...
    Ancho: 140 cm Largo: 215 cm Peso: 342 gr
    No disponible
    17,90 €
  • Descripció

    • ISBN : 978-84-9942-724-9
    • Encuadernació : Rústica
    • Data d'edició : 01/09/2018
    • Any d'edició : 2018
    • Idioma : Español, Castellano
    • Autors : CAVALCANTI, KLESTER
    • Traductors : MARTÍNEZ ALFARO, ROSA
    • Número de pàgines : 212
    • Col·lecció : REALIDAD
    Esta es la historia real de un niño brasileño, de procedencia muy humilde, que acaba convertido en el mayor sicario del mundo.
    A través de los ojos de Klester Cavalcanti descubrimos a Júlio Santana, un hijo leal, un hombre de familia, un devoto cristiano al que su conciencia atormenta cada vez que le piden que dispare a matar. Pero el Brasil en el que crece es un país sin ley, y el respeto por la vida ajena, un lujo que Júlio no puede permitirse. A los 17 años, y aleccionado por su tío, se estrena en el asesinato. Para su desgracia, demuestra tener talento natural para ello. Tendrán que pasar varias décadas, y casi 500 muertos, antes de que reúna el valor para dejarlo.
    El retrato que emerge de la narración de Cavalcanti, basada en siete años de conversaciones entre el autor y Júlio Santana, no solo habla de un hombre, sino también de un país. Y demuestra hasta qué punto, en ocasiones, una carrera en el mundo del asesinato por encargo puede ser no muy distinta a cualquier otra.
    «492 muertos es uno de los mejores libros de no ficción que existen. Se lee como una buena novela. Klester Cavalcanti introduce al lector en la mente de alguien a quien deberíamos considerar un monstruo, y hace que, de repente, nos veamos deseando que el asesino Júlio Santana escape a sus perseguidores.» Fernando Meirelles, director de Ciudad de Dios