Mozart compuso ?La flauta mágica? el mismo año de su muerte, en una situación personal problemática (escasez económica, preocupaciones familiares, salud quebradiza...) y a un ritmo frenético. En 1784, Mozart y Haydn se iniciaron juntos en la masonería. Años después, en una logia masónica de Viena, Mozart se reencontró con Emanuel Schikeneder, viejo conocido, aventurero, autor, director y empresario teatral. Éste, al reconocerlo, le propuso colaborar con él en un sencillo Singspiel (el equivalente a la zarzuela) basado en unos cuentos de Wieland. Finalmente, el proyecto se hizo más complejo, dando lugar a La flauta mágica, una extraña mezcolanza de fantasía y símbolos masones de aire misterioso e iniciático, y, de cualquier modo, una de las más bellas óperas de la historia del género lírico