Todas las ciencias naturales modernas giran en torno a los conceptos de cambio y evolución. Curiosamente, la astrofísica ha sido de las últimas en incorporarse a esta línea de pensamiento, pero lo ha hecho de un modo muy radical: desde mediados del siglo XX sabemos no solo que el universo se encuentra en un proceso de cambio permanente, sino que hubo un tiempo en que ni siquiera existían las estrellas y las galaxias. El relato de lo que ha sucedido en los siete mil billones de minutos desde el nacimiento del cosmos hasta hoy, y del futuro que le espera, es tan apasionante como la historia del camino recorrido por la humanidad para alcanzar estos hallazgos.