En marzo de 1937, Virginia Cowles, una joven y despierta periodista norteamericana, llegaba a Madrid para cubrir la contienda española. Complicarse la vida reúne las crónicas de la penosa cotidianidad de una población sometida a constantes bombardeos, sus entrevistas a combatientes de ambos bandos (pues no dudó en cruzar las líneas del frente) y la alegre camaradería con otros corresponsales como Hemingway o Martha Gellhorn. Además, gracias a su instinto de periodista, se hallaba en Berlín durante la invasión de Polonia, en Finlandia durante la invasión soviética, o en 1940 en París, poco antes de la capitulación.
Todo ello aparece reunido en estas páginas, llenas de adrenalina bélica, inolvidables retratos de jefes de Estado y gente anónima, y también de un insobornable sentido del humor ante la adversidad.