Se habla demasiado de sexo y de forma equivocada. La atención se concentra en la exhibición, olvidando la esencia del momento íntimo en el que el individuo expresa libremente su verdadera naturaleza. Practicar buen sexo no significa exclusivamente hacer locuras, sino asegurarse una buena calidad de vida, una relación sólida con la pareja y un entendimiento sexual óptimo.