El asesinato de Isaac Rabin en 1995 supuso un punto de inflexión tanto en la historia de Israel como en la política de casi todo Oriente Próximo. El hasta entonces primer ministro israelí ejemplificaba como nadie el complejo devenir de su país desde mucho antes de convertirse en un Estado. Hijo de emigrados rusos, militar, diplomático y más tarde ministro, Rabin llegó a ser uno de los símbolos del proceso de paz entre palestinos e israelíes. Sus esfuerzos por resolver el conflicto fueron reconocidos internacionalmente y su legado dejó una huella indeleble. Ahora, más de dos décadas después de su muerte, el historiador y exdiplomático Itamar Rabinovich analiza la figura de Isaac Rabin desde una perspectiva histórica y política, en un libro llamado a convertirse en la biografía definitiva de uno de los personajes fundamentales de la segunda mitad del siglo XX.