En un rincón escondido del huerto se esconde un calabacín. Siempre va vestido de veintiún botones y lleva el tupé mejor engominado del huerto. Cada noche saca de debajo de una hoja unas tijeras, un peine y un secador y cuelga el cartel de abierto en su peluquería, que se esconde detrás de una piedra. Pero el señor Calabacín se hartaba de criticar a los clientes a sus espaldas. Una manía que le va a traer muchos problemas.