Los profundos cambios ocurridos en el mundo musical durante el siglo xx han sacado a relucir a un protagonista que hasta ahora había sido relegado a la semioscuridad, el intérprete. Ese personaje, sin el cual la música no sería más que ?tinta sobre papel?, ha visto crecer su notoriedad con el desarrollo de los medios de reproducción y de comunicación. Si bien es cierto que su rol permanece fundamentalmente inalterado, hoy es considerado ?aunque no sea un intérprete de renombre- como pieza primordial del escenario de la música. Esta obra aparece como el primer diccionario de importancia en su género, y en él se recogen 1.900 biografías de artistas, más de 400 fichas consagradas a los conjuntos, incluyendo tríos, orquestas y óperas; cerca de 5.000 interpretes han sido indexados. No existe un área de estudio más subjetiva que la de la interpretación. Pero un diccionario debe limitarse a reseñar las informaciones, única preocupación de los autores de esta obra, quienes han intentado, en la redacción de las biografías, dejar a un lado sus sentimientos personales hacia los artistas para consagrase a los hechos de un análisis objetivo. Obviamente la selección de los artistas y de los conjuntos no es exhaustiva, pero constituye una síntesis coherente de doce aproximaciones distintas guiadas por una meta común, la de hacer justicia al intérprete.