Pobre del reino cuyo soberano es un hombre débil. Inglaterra, 1437. Nubes amenazantes opacan los cielos ingleses. La rebelión está a punto de estallar en los territorios franceses y, en palacio, las intrigas ponen de manifiesto la inminencia de la guerra. No es tiempo de paz cuando la ambición por el trono enfrenta a los más poderosos en una lucha cuyo botín no es otro que el destino de Inglaterra.