Es el último verano de la guerra. El joven soldado Walter Proska es asignado a una pequeña unidad de la Wehrmacht destinada a asegurar una línea de tren en el frente oriental. Ocultos en un bosque, en medio del calor abrasador, desgastados por los constantes ataques de mosquitos y abandonados por sus propias tropas, Proska y sus camaradas se ven sometidos a las órdenes del sargento al mando. Los soldados tratan de aislarse: uno entabla una batalla perdida contra un enorme lucio, otros pierden la cabeza y se abisman en la desesperación y la locura, otro se aficiona a abrazar los árboles para quebrarlos y otro se hace amigo de una gallina. Y Proska empieza a hacerse preguntas, cada vez más acuciantes: ¿Qué es más importante, el deber o la conciencia? ¿Quién es el verdadero enemigo? ¿Puede uno actuar sin ser culpable? Y, sobre todo, ¿dónde está Wanda, la partisana polaca que no se le va de la cabeza?
Un acontecimiento literario en Alemania. La obra maestra perdida de Lenz, recuperada con 65 años de retraso, después de que en 1952 el manuscrito fuera rechazado por razones políticas y traición a la patria y cayera en el olvido.