Pietro Citati construye con absoluta precisión el esplendor y la caída de una de las parejas más exitosas y envidiadas de la década de los treinta: el escritor Francis Scott Fitzgerald y su esposa Zelda Sayre. La gran complicidad de su relación fue un vínculo que duró toda la vida, pese al alcoholismo de él y la locura de ella, que, afectada de esquizofrenia, pasó la mayor parte de sus días recluida en clínicas psiquiátricas.